Olivia Newton-John cumpliría 74 años el lunes 26 de septiembre… de no haber fallecido, víctima del cáncer, el pasado mes de agosto de 2022. Su recuerdo sigue vivo, no obstante, en la memoria de sus fans, con un brillo aún más intenso que la brillantina de «Grease». Fue la Sandy que enamoró a John Travolta, y una Diosa en «Xanadú». Pero fue también, por asombroso que parezca, la nieta de un premio Nobel, la viuda de un hombre que no murió ¡y la primera concursante australiana en Eurovisión! Estas son las 10 curiosidades de Olivia Newton-John.
1 / La australiana que concursó en Eurovisión
A Olivia Newton-John se la consideró durante décadas la diva australiana por definición… pese a que no nació en Australia. En ese país es donde creció y se crió, y donde obtuvo sus primeros éxitos musicales con sólo 16 años de edad. Pero en realidad nació en Cambridge (Inglaterra), y no se mudó a Australia con su familia hasta que tenía ya 5 años de edad. Dadas sus circunstancias, durante casi toda su vida tuvo doble nacionalidad, australiana y británica, lo que la facultó para concursar en el muy europeo Festival de Eurovisión de 1974, representando al Reino Unido.
Con su pegadiza canción, «Long live love», Olivia lo tenía todo para triunfar. La voz, la presencia, el atractivo, y esa belleza cándida con la que enamorar a todos sin escandalizar a nadie. Y aún así, ¡no ganó! ¿En qué puesto quedó?
En aquella edición del Festival de Eurovisión, la muy entregada Olivia Newton-John quedó en el 4º puesto. Destacado y meritorio, pero aún así lejos de la primera posición que muchos habían vaticinado. Pero es que aquel año era imposible ganar. El triunfo se lo llevaron, finalmente, los míticos ABBA con uno de sus himnos: «Waterloo». Lo que demuestra, entre otras cosas, que para vencer a Olivia Newton-John en Eurovisión tuvo que llegar ¡el grupo sueco más famoso de toda la historia de la música!
Pero eso sí: seguro que ni Agnetha ni Anni-Frid habrían sido capaces de lucir, con el mismo estilazo, el mítico conjunto negro que llevó Olivia Newton-John en la escena final de «Grease»…
2 / Rompió el pantalón de «Grease» al ponérselo porque no le cabía
Olivia era delgada: una fina sílfide de ojos azules, pelo rubio natural y 1’68 de estatura, con más curvas en las notas de su voz que en su propio cuerpo. Y aún así, en la escena final de «Grease» su ropa era taaaan ajustada que, en el instante de ponerse sus míticos pantalones «pitillo» de color negro, la prenda se descosió por todas partes. Era demasiado ajustada incluso para la «flaca» Olivia Newton-John. Y eso que la actriz había pasado toda una semana casi sin comer, para asegurarse de entrar en el pantalón y lucirlo como es debido.
Bajo estas líneas, la escena final. Aunque podéis ver la película completa, por ejemplo, en Movistar +.
Con el pantalón roto por todas partes, el equipo de vestuario tuvo que recosérselo a toda prisa, con él puesto, minutos antes de rodar el número musical que cerraba el arco de su personaje: «You’re The One That I Want». ¡Sin duda uno de los más populares de toda la película! Película, por cierto, que fue en su momento el musical más taquillero de la historia, y que no pocas familias ven en casa invariablemente en Navidad.
Hay quien la incluiría, de hecho, en la lista de las grandes películas clásicas para ver con niños y niñas. Otros, en cambio, preferimos esperar a que los niños, y sobre todo las niñas, crezcan un poco. Por eso de cambiar totalmente de aspecto y personalidad, para agradar al chico que te gusta…
Pero una cosa está clara: por grande que fuera el éxito internacional de Olivia Newton-John, la figura más importante de su familia nunca será ella, sino su abuelo.
3 / El abuelo de Olivia Newton-John ganó el Premio Nobel de Física
El abuelo materno de Olivia se llamaba Max Born, nació en Breslavia (antiguo reino de Prusia, hoy Alemania) y fue un verdadero genio en el campo de la mecánica cuántica. Por eso mismo obtuvo el Premio Nobel de Física en 1954, y por ello mantuvo una larguísima correspondencia, de casi 40 años, con otro genio científico mucho más famoso que él: Albert Einstein.
Las cartas de Einstein y Born, por cierto, fueron publicadas en un libro que sigue siendo, a día de hoy, una de las más altas cotas de la literatura científica. Algunos nos escribimos para contarnos qué tal las vacaciones: ellos dos intercambiaban reflexiones sobre física cuántica y posibles soluciones a problemas matemáticos, irresolubles para el común de los mortales. Seguro que Danny Zucko no entendería una palabra de esas cartas.
Tras la muerte de Max Born, las cartas fueron traducidas y reeditas por su hija, Irene Born. Que hablaba 5 idiomas y que era, por lo visto, tan inteligente como su padre. Y con un precedente así, el hombre con el que Irene se casó no podía ser sino otro genio: Brinley Newton-John. El padre de Olivia. Entre otras cosas, un héroe de la 2ª Guerra Mundial.
4 / El padre de Olivia descifró «Enigma» e interrogó a Rudolf Hess
El padre de Olivia Newton-John, pese a haber nacido en Gales, hablaba alemán a la perfección. Por ello, durante la 2ª Guerra Mundial, trabajó para el Servicio Secreto británico en las labores de escucha y rastreo de mensajes alemanes. Era uno de los muchos «cerebritos» que se dieron cita en las míticas instalaciones de Bletchey Park, donde hombres como Alan Turing trataban de desentrañar el funcionamiento de «Enigma»: la legendaria máquina alemana para encriptar y desencriptar mensajes.
Cualquiera que haya visto «The Imitation Game» pensará que Alan Turing se parecía muchísimo a Benedict Cumberbatch, y que él solito descifró «Enigma». Falso. Fue todo un equipo de cerebros, compartiendo ideas y hallazgos de sus respectivas disciplinas, y entre ellos estaba Brinley Newton-John. Que además, dado su excelente dominio del alemán, fue también el director de interrogatorios de los altos cargos nazis que iban cayendo en manos británicas, en el transcurso de la guerra.
El más destacado fue quizá Rudolf Hess: el patriota/tarado que pasó de ser la mano derecha de Hitler, a volar en solitario hasta Escocia con un plan de paz para los británicos (que el propio Hitler no avalaba). Y el oficial al cargo de su interrogatorio fue el padre de la actriz de «Grease». Fue, en definitiva, un héroe de guerra: alguien a quien su hija podría cantarle, con todo el mérito del mundo, aquello de «Hopelessly Devoted To You».
Sobre estas líneas, en la fotografía, podemos ver al fondo a Brinley Newton-John, en el centro a la hija del premio Nobel Max Born, Irene Born… y en primer plano a la más pequeña de los tres vástagos que tuvieron: Olivia Newton-John. Pero ojo, porque el chico que está entre Irene y Brinley también era un cerebro.
5 / El hermano de Olivia Newton-John inventó el pulmón de acero portátil
El hermano de Olivia se llamaba Hugh Newton-John, y resultó ser más que un digno heredero de la talla intelectual de su padre y su abuelo. Y es que Hugh, médico de profesión, inventó el primer pulmón de acero portátil, marcando un antes y un después en la historia de la medicina… y en las vidas de los pacientes necesitados de tal mecanismo.
Hugh murió en 2019, aparentemente víctima del cáncer (igual que su hermana). Y durante casi toda su vida ejerció la medicina en Australia, a donde ya hemos dicho que los Newton-John se habían mudado, cuando la pequeña Olivia tenía sólo 5 años de edad. Se fueron allí porque al germanohablante Brinley Newton-John le ofrecieron un destacado (y bien remunerado) puesto directivo en la australiana Universidad de Melbourne, donde además podría enseñar alemán. Y en Australia crecieron tranquilamente los Newton-John… mientras Olivia iba encontrando, literalmente, su propia voz.
6 / Olivia ganó un concurso de talentos con 15 años de edad
Quince primaveras tenía solamente Olivia Newton-John, cuando ganó un concurso de talentos vocales en su australiano país de adopción. Decidida a progresar en su aprendizaje y posterior carrera musical, la joven Olivia dejó Australia con 16 años y regresó a la Cuna del Imperio: Londres. Y allí fue puliendo sus (evidentes) dotes naturales hasta convertirse, ya con 24 años, en La Gran Esperanza Blanca para que el Reino Unido volviese a «reinar» en Eurovisión.
Después de enfrentarse a Abba cantándole una «Larga vida al amor», Olivia se mudó nuevamente, esta voz a California, comprendiendo que el trono mundial femenino de la canción se dirimía en Estados Unidos. Y allí, la británico-australiana triunfó donde nadie (salvo sus mánagers) podía imaginar: en Nashville, la cuna del «country». Ni siquiera le hizo falta forzar un estilo «vaquero»: su imagen, tan bella como virginal, encajaba como un guante en la conservadora iconografía de los Estados del Sur. Y además, Olivia ni siquiera tenía que fingir. Ella era realmente, en voz y actitud, lo que aparentaba ser.
Y quizá precisamente por su autenticidad, Olivia Newton-John tuvo sus serios reparos antes de aceptar el papel principal de «Grease».
7 / Estuvo a punto de rechazar el papel de «Grease»
«Grease» venía de triunfar en los escenarios de Broadway, y estaba muy claro que su protagonista masculino iba a ser el chico de «Fiebre del sábado noche», John Travolta. Sin embargo, no estaba tan claro quién iba a encarnar al personaje femenino principal. Se lo ofrecieron inicialmente a Susan Dey, que más tarde triunfaría con «La Ley de Los Ángeles»… y que tenía ya 26 años cuando se rodó «Grease». En el papel, los personajes del musical eran adolescentes de instituto, y Dey se sintió demasiado mayor. Por eso rechazó el papel. Pero ojo, porque Olivia Newton-John sí lo aceptó, ¡y ya tenía 30!
La edad fue la razón principal por la que Olivia no tenía nada claro si aceptar el papel. Y consciente de sus cualidades musicales, tanto como de sus carencias interpretativas, temía hacer el ridículo y hundir su carrera interpretando un personaje al que doblaba la edad. Por eso, tras la renuncia de Susan Dey, cuando a Olivia le pusieron delante el contrato y no tenía más que firmarlo, ella dió un paso atrás e hizo lo que nadie en su posición habría hecho: exigir que le hicieran una prueba.
¿Quién pide pasar por un casting cuando ya te están dando el papel? Alguien con el prurito profesional de Olivia Newton-John, que no está dispuesta a hacer cualquier cosa sólo por el cheque. Pero es que, además, la prueba fue éxito: no sólo rezumaba química con John Travolta sino que, al ser también el bueno de John un poco «talludito» como adolescente (24 años en aquel momento) la edad de Olivia no «cantaba».
Y para disimular sus edades todavía más, ¡toooodos los secundarios contratados fueron obviamente mucho mayores que sus personajes! El récord fue para Stockard Chaning, ¡con 35 años de edad cuando rodó «Grease»! Sin lugar a dudas, el Instituto Rydell de «Grease» debe de ser el de mayor número de repetidores de toda California.
8 / Su novio fingió su propia muerte para cobrar el seguro.
En la ficción de «Grease», a Danny Zucko le sedujo por completo. Pero en la vida real, Olivia Newton-John no tuvo mucho éxito con los hombres, ni con los matrimonios… ni con los hijos.
Pasó por dos matrimonios, su primer marido fue el aspirante a actor Matt Lattanzi, y estuvieron 11 años casados. No son pocos, pero no fueron muy felices. A lo largo de su relación Olivia sufrió 3 abortos espontáneos, hasta que finalmente fue madre de Chloe Lattanzi: una joven de carácter inestable, marcada siempre por la larga sombra de su madre. Chloe, como Olivia, ha intentado triunfar en el cine, en la música, en la moda, y en todas esas disciplinas ha fracasado. Ha sido bulímica y anoréxica, ha tenido problemas con drogas y alcohol, y ha desarrollado una evidente adicción a la cirugía plástica. Es la cara opuesta a la genuina naturalidad de Olivia Newton-John.
A estas alturas, el mayor éxito mediático de Chloe Lattanzi ha sido «Sharknado 5», donde apareció brevemente con su madre, Olivia. Si este es el punto álgido en la carrera de la niña, mejor no conocer el resto.
Pero si la trayectoria de su hija es digna de la crónica rosa, la del novio que Olivia tuvo tras divorciarse de Matt Lattanzi es digna de la crónica negra. La actriz y cantante tuvo una larga relación con Patrick McDermott: un sencillo electricista de plató con el que Olivia Newton-John encontró, aparentemente, la paz que no había tenido con Matt Latanzi. Así, Patrick y Olivia estuvieron 9 años juntos, y parecían la perfecta familia feliz… hasta que Patrick desapareció en alta mar.
El entonces novio de la actriz había salido de noche en un barco de pesca, con otros turistas. A la mañana siguiente, el barco regresó sin él, y nadie a bordo sabía lo que le había ocurrido. Inmediatamente se especuló con un accidente de pesca, con un ahogamiento mortal, con todas las circunstancias marítimas que pueden hacer que alguien muera y su cuerpo desaparezca. ¡Tres años duró el operativo de búsqueda! Hasta que al final se descubrió que Patrick McDermott, literalmente, no estaba muerto: estaba de parranda.
El bueno de Patrick, a espaldas de Olivia Newton-John, había acumulado 30.000 dólares en deudas, mientras firmaba un seguro de vida por valor de 100.000 dólares. Tras su aparente muerte, el seguro lo cobró su hijo (de una relación anterior), obviamente conchabado con el padre. Y se da por sentado que se repartieron el dinero, aunque nadie supo nada de todo ello, con verdadera certeza… hasta que Patrick McDermott fue localizado por investigadores privados (probablemente del seguro) 3 años después de haber sido dado por muerto.
Los tabloides encontraron un filón, cuando McDermott fue hallado en una playa de México, usando un nombre falso y felizmente emparejado con una joven novia alemana. ¿Olivia, qué Olivia? La actriz de «Grease», ignorante totalmente de todo el plan de McDermott, había pasado años llorando la presunta muerte de su novio. Y aún tendría que pasar unos cuantos encajando la mascarada de la que había sido víctima.
9 / Su último esposo intentó curarla con remedios naturales
Repuesta de la desaparición (y reaparición) de Patrick McDermott, Olivia Newton-John se casó con un empresario llamado John Easterling. Que ante la preocupante deriva en la salud de su esposa, invirtió en cultivos de medicinas naturales, y en investigación sobre las mismas, en una suerte de carrera contrarreloj por curar una enfermedad ante la que nada lograba hacer la medicina tradicional.
Sus esfuerzos fueron en vano. Tras 14 años de matrimonio, muchos más de los que la salud de Olivia permitía pensar, la actriz de «Grease» falleció de cáncer de pecho con múltiples metástasis, el 8 de agosto de de 2022. ¡Y su lucha contra el cáncer no fue corta!
10 / Olivia Newton-John luchó contra el cáncer durante 30 años
El primer diagnóstico de cáncer de pecho se lo dieron en 1992. Con quimio y radio (y las hierbas de su marido) pareció superarlo… hasta que tuvo graves recaídas en 2013 y en 2017. Fue esta última la que reveló una peligrosa metástasis, concretamente en el coxis, desarrollada en ese momento hasta la irreversible fase 4.
Y aún así, Olivia resistió con vida 5 años más. Cantando, dando giras en la medida en que su salud se lo permitía… y participando en ocasionales homenajes de «Grease», con su también ya maduro compañero John Travolta (de «Xanadú» no hizo muchos homenajes, pero es lo que tiene el fracaso: que todos lo intentan olvidar).
Con «Grease» en la memoria de todos los fans, Olivia habría cumplido 74 años de edad, exactamente el 26 de septiembre de 2022. Sin ella, la brillantina siempre será más mate. Descansa en paz, Sandy.
