Hablar de accidentes en rodajes es hablar de helicópteros que decapitan niños, de especialistas muertos en acción, de Brandon Lee tiroteado… y de Alec Baldwin. El actor ha anunciado que se retira temporalmente de la interpretación para recibir asistencia psicológica, tras haber matado de un disparo (accidental) a la directora de fotografía del film que estaba rodando. Pero ha habido casos peores. ¡Mucho peores! El de Baldwin es sólo el más reciente. Empezando por el suyo, éstos son los 7 peores accidentes en rodajes.
7 / Alec Baldwin y la pistola cargada en «Rust»
«Rust» es el título del western que Alec Baldwin rodaba en los alrededores de Santa Fe, Nuevo México, cuando ocurrió la tragedia. El actor, sentado en un banco junto a una iglesia de atrezzo, ensayaba una escena en la que debía desenfundar su revólver y disparar a la cámara. Junto a esa cámara estaban el director del film, Joel Souza, y la directora de fotografía, Halayna Hutchins. Él de pie; ella de cuclillas, preparando la siguiente toma. Fue entonces cuando Baldwin disparó su arma, supuestamente cargada con balas de fogueo. Para sorpresa de todos, una bala auténtica atravesó el estómago de Hutchins e hirió después a Souza.
Joel Souza, con una herida leve, fue dado de alta enseguida. Halayna Hutchins no tuvo tanta suerte: de inmediato fue evacuada en helicóptero desde el plató al hospital más cercano, pero murió por el camino. Y Alec Baldwin, de 63 años de edad y con casi 40 años de carrera, lloraba desolado en el plató mientras intentaba averiguar por teléfono qué demonios estaba ocurriendo. No tardó en desplazarse él también al hospital, para poder hablar con los familiares de Hutchins.
¿De quién fue el error? Las miradas se centran en Dave Halls, el ayudante de producción que entregó el arma a Baldwin, y en Hannah Gutiérrez – Reed, la armera que dio el arma a Halls, asegurándole que era «segura». Halls ya fue despedido hace 2 años de un rodaje, por un incidente similar (en el que por suerte nadie resultó herido); Gutiérrez – Reed tiene sólo 24 años y era la segunda vez que trabajaba en un plató. Pero igual que en otras ocasiones, ellos son los eslabones más visibles (y los más débiles) de un trágico error que hunde sus raíces en el mismo sistema de producción.
Según todos los indicios, los productores de «Rust» trataron de abaratar costes a cualquier precio. Tan sólo 6 horas antes del accidente, 6 miembros del equipo habían presentado su dimisión, indignados por las pésimas condiciones laborales y de seguridad. Retrasos en el pago de salarios, jornadas maratonianas de rodaje más allá de los horarios pactados, moteles infectos para dormir, equipo humano insuficiente… y armas reales en el plató.
En Estados Unidos, un país donde es más barato comprar un arma auténtica que una falsa, no es infrecuente que en un plató se usen armas de verdad cargadas con balas de fogueo. Pero con el caos inherente al rodaje, alguien confundió las balas. ¿Es culpa de la armera o del ayudante que proporciona el arma? ¿O de quien espera los resultados de una producción «A» con presupuesto «B»? Desde luego, no es culpa del actor que aprieta el gatillo… ni de la víctima, Halayna Hutchins. Tenía 42 años.
6 / «Triple X»: el doble de Vin Diesel que se estrelló contra un puente
«Triple X», o «xXx» (disponible en Amazon Prime Video), es la película de acción que Vin Diesel estrenó en el año 2002, como protagonista absoluto, tras el éxito de la más coral «The fast & the furious», primera entrega. Y para dejar claro que esta vez él era el héroe de la función, Diesel presumió de rodar en persona casi todas sus escenas de peligro. Tan sólo renunció a rodar una escena: la del paracaídas, cuando su personaje se posa directamente sobre una lancha en aguas del Moldava (el río que atraviesa la ciudad de Praga). Esa decisión le salvó la vida.
Su doble en el paracaídas fue el especialista Harry O’Connor, que había trabajado ya en otras superproducciones llenas de acción como «Air Force One», «Los Ángeles de Charlie» o «La tormenta perfecta». O’Connor rodó la escena de «Triple X» perfectamente a la primera, en la toma que se ve en el film. Pero aún así se empeñaron en rodar una segunda toma… y esta vez las cosas no salieron tan bien.
Con O’Connor a punto de posarse sobre la lancha por segunda vez, un repentino golpe de viento aumentó la velocidad del paracaídas. El especialista no pudo posarse ni maniobrar a tiempo, y se estrelló directamente contra uno de los pilares del puente Palacky (una de las joyas de Praga). Su muerte fue casi instantánea, y «Triple X» incluyó una dedicatoria al fallecido. Al menos, el incidente hizo recapacitar a Vin Diesel sobre la seguridad en los platós y los accidentes en rodajes por el empeño de los productores en ir «más allá», y en sus siguientes películas no volvió a… ah, espera. Que sí que volvió a ocurrir.
El 23 de julio de 2019, en el rodaje de «Fast & Furious 9», el doble de Vin Diesel cayó a plomo desde una altura de 9 metros, estrellándose de cabeza contra un suelo de cemento, porque los cables que debían ralentizar su caída no funcionaron. Ese doble, llamado Joe Watts, fue inducido al coma y estuvo 18 días entre la vida y la muerte. Al final se recuperó, y Vin Diesel expresó en público su «consternación» por el accidente. Seguro que «se consternó» muy bien; tiene ya cierta experiencia en pedir disculpas por accidentes en rodajes.
5 / «Deadpool 2»: la moto, el bordillo y la conductora sin casco
El 14 de agosto de 2017, la doble de acción Joi Harris murió en el acto, al estrellarse la motocicleta que pilotaba contra la fachada de la Torre Shaw, en Vancouver, Canadá. Ocurrió en el rodaje de «Deadpool 2», donde Harris doblaba a la actriz afroamericana Zazie Betz. La propia Harris también era de origen africano, y había sido la primera mujer de color en competir como profesional en carreras de motociclismo. Sin duda sabía mucho de motos… pero poco de cine. «Deadpool 2» es la primera, y única, película en la que participó.
Aquel 14 de agosto, Joi Harris llevaba sólo 2 día ensayando la acrobacia que le costó la vida. Tendría que haber llevado un casco especial, lo bastante pequeño para poder ocultarlo bajo una peluca, pero sólo llevaba una semana en el equipo y aún no se lo habían confeccionado. Por eso mismo, otra doble del equipo con más experiencia (Melissa Stubbs) se ofreció a rodar la escena. Pero eligieron a Harris porque el color de su piel se parecía más al de Zazie Betz.
Es decir: pocos ensayos, ninguna experiencia y sin casco: la combinación perfecta para sufrir accidentes en rodajes. Joi Harris debía atravesar a toda velocidad la cristalera del edificio, pero al golpear el bordillo de la acera, la moto se desvió y Harris chocó de frente contra la pared de hormigón. El rodaje se canceló… 2 días. Al tercero, ya estaban rodando de nuevo. Entre tanto llegaron las consabidas disculpas: «quién podía imaginar que esto podría ocurrir». Sí, claro. Quién podía imaginárselo.
4 / «Midnight Rider»: el tren de la muerte
«Midnight Rider» es una película que nunca verás, porque el primer día de rodaje hubo un muerto y 7 heridos. No hubo segundo día. Las circunstancias de la tragedia son, quizá, las más chuscas de todos los accidentes en rodajes de esta lista.
Iba a ser un film biográfico sobre el cantante Gregg Allman, de los «Allman Brothers», con William Hurt en el papel principal. Y la primera escena en rodarse, el 20 de febrero de 2014, sería una escena onírica, con Hurt tumbado en una cama de hospital, sobre una vía de tren. El escenario escogido fue un viejo viaducto sobre el río Altamaha, en Wayne County, Georgia, con todo el encanto y la decadente poesía del country. Lo que no era tan poético es lo que se descubrió más tarde: los productores no habían conseguido el permiso de rodaje, el equipo no podía estar allí… y los trenes seguirían pasando.
Con todo el set preparado, apareció un enorme tren de mercancías a casi 100 km/h. Desde que lo vieron hasta que llegó al viaducto, los miembros del equipo sólo tuvieron 1 minuto para retirarse. La camilla de hospital, grande y pesada, quedó en medio de la vía. El tren la hizo pedazos al chocar contra ella, y un gran trozo de metal impactó de lleno contra la segunda asistente de cámara: la joven Sarah Jones. La chica cayó sobre la vía y el tren le pasó por encima.
La cámara del tren lo grabó todo, y sus imágenes, aún sin planos explícitos, resultan sobrecogedoras. Entre los 7 heridos estaba el propio William Hurt, que se había hecho graves cortes en los pies al correr descalzo sobre las afiladas piedras que bordeaban el puente, para alejarse del tren. Los otros seis habían recibido también el impacto de trozos de la camilla (y de otros elementos de atrezzo y rodaje), pero tuvieron más suerte que Sarah Jones y no cayeron sobre la vía.
Aunque lo más alucinante es, quizá, que el productor y director de «Midnight Rider», un hombre llamado Randall Miller, trató de continuar con el rodaje al día siguiente, como si no hubiera pasado nada. La justicia pasó sobre él, con más benevolencia que el tren: fue condenado a 10 años de cárcel, de los que sólo cumplió uno, antes de quedar en libertad bajo palabra. A comienzos de 2021 empezó a rodar un nuevo film, «Coffe Wars», en platós de Londres… y Serbia. Algo nos dice que no volverá a Georgia.
3 / Brandon Lee, «El Cuervo» y la bala mágica
El 31 de marzo de 1993, Brandon Lee murió en el rodaje de «El cuervo», cuando aún faltaban 52 planos por rodar. La «resurrección» de su personaje, «recortando» su imagen de planos ya filmados y pegándola sobre planos nuevos, forma ya parte de la historia de los efectos digitales. Pero tan «mágica» como esos efectos es la propia bala que provocó su muerte. Porque, no como en «Rust», esta vez sí que usaron una bala de fogueo. Y aún así, esa bala mató a Brandon Lee. ¿Cómo pudo ocurrir?
A mediados de aquel mes de marzo, en el mismo plató de «El cuervo», habían filmado un primer plano del arma que luego mataría a Brandon Lee. Y para que en ese plano se viera que estaba cargada, dejaron en el cañón la punta metálica de una bala real. Días después, precisamente para una escena en que el protagonista iba a ser tiroteado, cargaron el arma con las balas adecuadas: de fogueo.
Pero por desgracia, la punta metálica de la toma anterior seguía alojada en el cañón. Olvidaron quitársela, y ahí seguía cuando el actor Michael Masse apretó el gatillo, apuntando (como debía) a Brandon Lee. Fue, en su momento, el más mediático de todos los accidentes en rodajes que se han producido.
La deflagración de la bala de fogueo tuvo la fuerza suficiente para disparar la punta metálica de la bala real, que atravesó el estómago del hijo de Bruce Lee, y quedó alojada junto a su columna vertebral. De inmediato fue llevado a un hospital, donde los médicos lucharon por su vida durante 5 interminables horas, en las que el actor recibió por transfusión más de 30 litros de sangre: el equivalente a la sangre de 6 personas. Pero todo fue en vano.
Brandon Lee murió con 28 años de edad, tan sólo 16 días antes de casarse con su joven novia, Eliza Hutton. El cuerpo de Lee Jr. descansa en en un cementerio de Seattle, junto a la tumba de su mítico padre. Y el negativo de la toma en que recibió el disparo fue quemado personalmente por el director de «El cuervo», Alex Proyas. Que, por cierto, recibió el beneplácito de la novia de Brandon para que terminara la película, «en memoria del fallecido».
Por el morbo, y por los propios méritos del film, «El cuervo» fue un gran éxito de taquilla. Su director pudo seguir trabajando, dirigiendo films como «Yo, robot» o «Señales del futuro», y Brandon Lee pasó de ser un actor, a ser un icono. Hasta surgieron rumores que conectaban su muerte con la de Bruce Lee, haciéndoles a ambos víctimas de una conspiración oriental, en un presunto misterio a la altura, por ejemplo, del supuesto niño fantasma de «Tres hombres y un bebé». Según esa teoría, no estaríamos hablando de accidentes en rodajes sino de dos verdaderos casos de asesinato. Pero el «misterio» de Bruce y Brandon es otra historia, y ya la contaremos en otra ocasión…
2 / «En los límites de la realidad»: el helicóptero que mató a 2 niños y un adulto
El adulto era Vic Morrow, el padre de la actriz Jennifer Jason Leigh, que tenía 53 años cuando falleció. Los dos niños, de origen vietnamita, se llamaban Myca Dinh Le y Renée Shin – Yi Chen, que fallecieron con 7 y 6 años respectivamente. Y la película que estaban rodando era «En los límites de la realidad»: un film compuesto por cuatro episodios, realizados por otros tantos directores, en homenaje a la teleserie de misterio «The Twilight Zone». El productor de la película era Steven Spielberg; el episodio de la tragedia lo dirigió John Landis. Y teniendo en cuenta cómo dirigía, lo extraño es que no sufriera más accidentes en rodajes.
El episodio de John Landis incluía una escena en la guerra de Vietnam, con el personaje de Vic Morrow surcando a pie un río, con los dos niños en brazos, para escapar del ataque de un helicóptero. Rodaron la escena en las afuera de Los Ángeles, en el rancho de Indian Dunes: una propiedad de 600 acres de extensión, donde se grababan muchas teleseries. Dispusieron de un verdadero helicóptero, que volaba a 7 metros del suelo entre explosiones y ráfagas de pirotecnia, con 4 cámaras filmando simultáneamente. Y filmaron a las 2 de la mañana, para lograr el dramatismo de una verdadera noche cerrada.
El problema es que los niños no podían, legalmente, estar ahí.
En calidad de intérpretes menores de edad, el sindicato de actores tenía (y tiene) normas muy firmes sobre los horarios de rodaje. Los niños no podían trabajar más que un número limitado de horas seguidas, y en ningún caso podían hacerlo de madrugada. Así que John Landis, muy pícaro él, no les contrató como actores sino como figurantes: así podía saltarse las normas del sindicato (y encima pagarles menos dinero). Y para que todos estuvieran contentos, invitó al rodaje a los padres de los niños, como si aquello fuera una fiesta. La dramática consecuencia es que sus padres estuvieron en plató, allí presentes, contemplando la terrible muerte de sus hijos.
En pleno rodaje, con humo y fogonazos sobre las cabezas de Vic Morrow y los niños, el helicóptero perdió altura. Las explosiones, más potentes de lo debido, lanzaron llamaradas de fuego sobre el motor, y la aeronave se desplomó sobre los tres actores, con las aspas moviéndose sin control. Una de ellas decapitó a Morrow y a uno de los niños; el otro murió aplastado por el amasijo de hierros. Las cámaras lo grabaron todo, y su muerte quedó registrada en las siguientes imágenes. Están en YouTube, al alcance de todo el mundo. Y por supuesto, advertimos de que pueden herir la sensibilidad de quienes las vean.
Las imágenes son terroríficas. Y aún así, John Landis siempre ha dicho que «Sólo fue un accidente». Hubo una investigación, dos juicios (civil y penal)… y otras tantas sentencias absolutorias. A Landis sólo le pusieron una multa por saltarse las normas sindicales. Pero se saltó otras muchas: usó munición real, sobrepasó las horas diarias de rodaje pactadas con el estudio e ignoró las indicaciones de Steven Spielberg sobre seguridad. A resultas de lo ocurrido, Spielberg le retiró para siempre su amistad…
…pero Landis siguió trabajando. Rodó «Cuando llega la noche», «Espías como nosotros» y «El príncipe de Zamunda». Y al final Hollywood le dio la espalda, pero no haber sido el responsable última de la muerte de 3 personas, incluidos dos niños, sino por encadenar, entre 1991 y 1998, nada menos que 4 fracasos de taquilla consecutivos: «Oscar, ¡quita las manos!», «Sangre fresca», «La familia Stupid», y «Blues Brothers 2000». Y tengamos en cuenta que «En los límites de la realidad» es de 1983. Así que, durante 15 años, a muy pocos en la Meca del Cine (salvo a Spielberg) les importó el negro currículum de John Landis.
1 / Chuck Norris, su hermano Aaron y «Delta Force 2»: el más grave de todos los accidentes en rodajes
Ni uno ni dos ni tres, sino que hubo 5 muertos en el rodaje de «Delta Force 2». Protagonizaba la película el sinpar Chuck Norris, la dirigía su hermano pequeño Aaron Norris (sin más méritos para el cine que compartir apellido y genes con el famoso Chuck) y la rodaron en Filipinas, aprovechando el permiso del ejército de ese país para utilizar sus helicópteros. Tan obsoletos, por desgracia, que uno de ellos se estrelló en pleno rodaje, por causas desconocidas, nada más despegar.
El aparato cayó desde una altura de 15 metros, segando inmediatamente las vidas de 5 de sus ocupantes: Don Marshall (iluminador), Michael Graham (tramoyista), Gadi Danzig (director de fotografía), Geof Brewer (actor y especialista) y Jojo Imperial (piloto del helicóptero). Sobrevivieron el actor Mateo Gómez y otros dos miembros del equipo, aunque arrastraron desde entonces distintos traumas, físicos y psicológicos. Y todo ello sucedió el 16 de mayo de 1989. Pero ojo: no era la primera vez que los hermanos Norris se veían envueltos en accidentes en rodajes.
Dos años antes, el 30 de mayo de 1987, hubo otros 4 muertos y 5 heridos en el rodaje de «Braddock: desaparecido en combate 3». También en Filipinas, y también con un helicóptero obsoleto del ejército de ese país… aunque esta vez, todos los muertos y heridos eran soldados rasos del ejército filipino. El caso apenas tuvo repercusión. Por qué será.
De haberla tenido, se habría dicho más alto y más claro que los hermanos Norris, Chuck y Aaron, estuvieron implicados no en uno sino en dos accidentes en rodajes, con un trágico saldo global de 9 muertos y 8 heridos. Y nadie, absolutamente nadie, sufrió consecuencias penales, ni legales, ni de ningún otro tipo, por los 17 damnificados. Aaron Norris siguió dirigiendo, Chuck Norris siguió rodando… y los helicópteros siguieron volando.
Y ojo: estamos hablando de muertes reales, casi todas ellas fruto de errores subsanables. No como las de nuestra lista de las 20 muertes de ficción más llamativas de la televisión.
